Capper convocó a Seggiaro para analizar el impacto de la Argentina y el mundo en la cadena porcina
La Cámara de Productores Porcinos de Entre Ríos (Capper) realizó este miércoles 21 de septiembre su Asamblea Anual Ordinaria correspondiente al año pasado, en la que los socios aprobaron la memoria y balance, además de que destacaron las distintas actividades y acciones realizadas. Del mismo modo, se puso en común un estado de situación sector a nivel provincial y nacional.
Tras la asamblea, el economista Carlos Seggiaro brindó una charla, en la que analizó las distintas variables nacionales e internacionales que impactan en el sector. Al respecto, puso el foco en los distintos desafíos que enfrentan los productores en esta coyuntura a la hora de seguir agregando valor en la cadena.
En ese sentido, el especialista planteó primeramente cómo repercute no sólo el escenario generado a partir de la guerra entre Ucrania y Rusia, sino especialmente en cuanto el proceso inflacionario en distintos países poscoronavirus. Sobre este punto, advirtió por el “enfriamiento” de la economía mundial ante la suba de tasas y revaluación de las monedas. En esa línea, alertó por una posible recesión de China.
Del mismo modo, Seggiaro señaló la desaceleración de los precios internacionales de los commodities, tras haber registrado una fuerte suba. “Los precios de una gran cantidad de productos se va debilitando, incluidos los de proteína animal”, puntualizó, y acotó que sólo los “accidentes climáticos” permitirán una eventual recuperación de precios.
En otro orden, analizó el estancamiento de hace una década de la economía en la Argentina, motivo por el cual aseguró que actualmente se registra una “reactivación parcial”, con dificultades para volver a crecer. Al respecto, advirtió por el proceso de aceleración de la inflación en los últimos años, problemática que no se podrá revertir en el corto plazo. “Desarmar esto llevará un tiempo que no es para ansiosos”, afirmó.
Bajo la misma tónica, Seggiaro hizo hincapié en el impacto en el consumo que deriva de la “pérdida de poder adquisitivo acumulado en una década” y apuntó a la sustitución de la carne vacuna por el pollo. Al respecto, planteó: “La situación del cerdo está más cerca de la carne vacuna, por lo cual en este proceso tendería a perder terreno”.
Desde esa perspectiva, puso en duda la recuperación del consumo para este año por una inflación oficial estimada al 95% para 2022. Además, advirtió por el impacto en las empresas de la suba de la tasa de interés efectiva –en respuesta al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI)–, que serán altas para las actividades productivas, por lo cual alertó por las necesarias previsiones para evitar problemas financieros. “Tengan la máxima cautela los próximos meses”, sugirió.
Por otro lado, se explayó sobre el efecto de las restricciones y la administración de las importaciones de acuerdo a la disponibilidad de dólares del Banco Central. Además, de cara a 2023, anticipó la aceleración del proceso diario de devaluación y la desaceleración de la economía presupuestada, con aumento de costos medidas en dólares.
Seggiaro también anticipó qué pasará en el mercado tras la política conocida como “dólar soja” y advirtió por la escasez de la oleaginosa para los próximos meses, sobre todo por aquellos productores que ya vendieron sus stocks. Por ello, señaló que es probable que se produzca una convalidación del aumento de precios de la soja a partir de octubre, señal que generará preocupación en la cadena porcina.
Finalmente, el especialista desmitificó diferentes rumores que circulan en la opinión pública. Desmintió la posibilidad incautación de cajas de seguridad, de un “corralito” o de riesgos en el sistema financiero, además de un eventual “Plan Bonex”.