Nación proyecta un crecimiento del consumo de cerdo entre 6 y 8% anual

La Cámara de Productores Porcinos de Entre Ríos (Capper) dialogó en exclusiva con el subsecretario de Ganadería de la Nación, Rodrigo Troncoso, quien brindó su análisis sobre el presente del cerdo en el contexto de las carnes argentinas. El funcionario nacional planteó su mirada respecto de los desafíos que presentan actualmente los mercados internos y externos, además de destacar las políticas articuladas que impulsan y las perspectivas para el futuro.

En relación al cerdo particularmente, Troncoso reconoció el crecimiento sostenido que está teniendo el sector y anticipó un buen escenario para los próximos años. Respecto del consumo de la carne, valoró la política de promoción, señaló que el techo aún está lejos de alcanzar y proyectó un crecimiento anual entre el 6 y 8%, en línea con el aumento de la producción y la oferta de diferentes cortes. En este contexto, planteó como desafío la necesidad de ganar mercados externos y complementarios que den mayor sustentabilidad al negocio.

—¿Qué diagnóstico realizan de los mercados internos y externos de las carnes bovina, porcina y avícola?
—Para el Gobierno nacional, la producción de carnes es un factor fundamental, un sector importantísimo para la economía nacional. Lo es por dos razones: uno por el reconocimiento que ya tiene la producción a nivel internacional y la importancia que le da el consumidor argentino al consumo de carnes -estamos en 120 kilos entre las tres carnes consumidas por habitante por año-; el segundo punto importante es porque es una de las actividades que permite el desarrollo de prácticamente cada rincón del país. Son pocas las actividades que se pueden dar en todos lados y la ganadería en su conjunto puede permitir un desarrollo equitativo en todas las zonas. Si uno trabaja para la pobreza cero, la ganadería tiene un papel importante.
Ahora bien, tenemos para seguir creciendo desde el punto de vista de producción y productividad en todas las carnes, porque en los techos de consumo, como el porcino, todavía estamos lejos. Además, porque los techos de productividad promedio también los tenemos lejos.
Si vamos a la carne vacuna, hay que seguir trabajando en mayor productividad, pero es una carne que tiene una muy buena marca afuera y en general tenemos demanda de mercados de alto nivel, aunque también abastecemos otros mercados complementarios como el chino, de menor valor pero que se complementan. El secreto de todas las carnes es buscar la integración del producto, es decir, buscar mercados que se lleven una parte distinta cada uno para agregarle valor a toda la cadena. Cuando uno trabaja con carne vacuna, estamos buscando no sólo mercados de mayor valor, sino los que se complementan con otros como China, Rusia, Israel y la Unión Europea. La idea es la complementación de mercados. Eso es lo que le sirve a la Argentina.
En el mercado porcino, estamos trabajando en ese sentido. En la mesa de exportación, cuando trabajamos para ver qué mercados exportadores podemos ir buscando, la idea es que ese mercado se lleve aquellos productos que acá a nivel interno no se consumen. De esta manera, se le dará mayor valor a la canal porcina. Por otra parte, si trabajamos en el fondo de promoción de la carne porcina, lo que estamos tratando de hacer es difundir el consumo en Argentina de otros cortes, para que no tengamos solamente tres cortes valiosos y el resto no. En ese caso, tenés mucha sensibilidad a cualquier variación de precios de un corte. Lo que buscamos es darle estabilidad al negocio y lo que le da sustentabilidad es la mayor integración de res.
En el sector avícola nos encontramos con otra foto. El mercado interno ya está saturado o llegó a un techo y todo sale por exportación. No estamos hoy en el mejor momento de mercados. Nos está faltando todavía ajustar algunas cosas, que estamos trabajándolas, para darle mayor marco de competitividad. Venimos de haber llegado a un techo que no estaba proyectado, se cayeron algunos mercados internacionales, se dieron varios factores al mismo tiempo que generaron que la situación no sea la mejor hoy. De todos modos, ninguna de las empresas que están trabajando están para el día a día, sino para el mediano y largo plazo. El Gobierno nacional está dándole una previsibilidad al negocio y se mejoran los reintegros a la exportación para darle un empujón al sector.
En esa línea vamos, buscando más mercados que se complementen con el interno y eso hará que tengamos un negocio más estable y equilibrado a lo largo del año.

—¿Qué perspectivas ven de aquí a un año y medio ante un escenario internacional cada vez más competitivo? ¿Podría haber saturación y mucha competencia en el mercado interno?
—No lo creo. Carne vacuna venimos creciendo al ritmo biológico de producción. La verdad es que se vienen abriendo mercados y los que ya tenemos vienen traccionando y creciendo en la demanda, por lo cual no vemos un problema de corto plazo. El más complicado que tenemos hoy es el sector avícola, que está pasando por una situación difícil y estamos hablando semanalmente para ver dónde apuntalar y qué se puede hacer. Mientras tanto, se están negociando todas las aperturas de mercado que se pueden y los mercados que hay para mejorar la oferta y el posicionamiento argentino.

—¿Qué evaluación ya realizan de la campaña de promoción del consumo de cerdo y qué proyección tienen?
—La proyección es un aumento y está dado con lo que producís. El consumo no es demanda, sino que es oferta. Los datos de consumo son de oferta. Si tenemos proyectado un crecimiento anual entre el 6 y 8% para el sector, obviamente el consumo va a seguir aumentando a ese ritmo todos los años. La campaña claramente es una novedad para el sector, porque tiene otra dimensión por la cantidad de empresas que adhirieron. Nos gustaría que adhieran más empresas. Para nosotros tiene dos objetivos concretos: dar a conocer más cortes a la gente y darle sustentabilidad al negocio; y por otro lado que las cámaras provinciales se junten en una misma mesa a discutir temas específicos y poner en común las ideas. Para un sector que quiere crecer y desarrollarse como es el porcino, es fundamental esa institucionalidad y trabajo conjunto. La excusa del fondo de promoción ha ayudado a una fluidez de reuniones y de fusión entre los distintos actores institucionales, lo cual es fundamental para el sector.

—¿Qué políticas diagraman para el crecimiento en los próximos 10 años de las tres carnes y puntualmente de la porcina?
—Todo lo que estamos trabajando son políticas a 10 años. Casi te diría que no tenemos ninguna presión para dedicarle al día a día. Cuando estamos pensando en financiamiento a largo plazo y a tasas interesantes en pesos y dólares, es para el desarrollo en los próximos 10 años para todos los sectores. Cuando en el sector porcino estamos intentando presentar a la Argentina como libre de peste porcina en la OIE, es para fortalecer la situación sanitaria del país ante los mercados y en el largo plazo. Cualquier negociación con China que estamos llevando a cabo, el pedido del sector de empezar a analizar Singapur, lo que se hizo con Rusia, son todos mercados, son aperturas que ya estaban para fortalecerlas y nuevas negociaciones que pueden llevar dos o tres años, con lo cual está pensado realmente a largo plazo. Cuando estás hablando del fondo de promoción no es para que vos comprés más carne hoy, es para que conozcás un producto y, una vez que lo conocés, lo empecés a consumir de por vida. Cuando trabajamos con las instituciones y buscamos que se discuta institucionalmente es para darle un fortalecimiento al sector de largo plazo. El trabajo que se está haciendo con Senasa por el tema sanitario claramente es para ver cómo le damos mayor calidad productiva al productor y le llevamos acceso a la tecnología, pensando a largo plazo. Hay pocas cosas que podemos contar del día a día.